La máscara miente la quemazón interior,
la disimula.
Se hace amiga de la mueca y
lo grotesco estalla en un color que empalidece.
La mirada del otro certifica el engaño
y el pequeño ríe azotado por la inocencia
EL JUEGO EN QUE ANDAMOS / Si me dieran a elegir, yo elegiría/ esta salud de saber que estamos muy enfermos,/ esta dicha de andar tan infelices./ Si me dieran a elegir, yo elegiría/ esta inocencia de no ser un inocente,/ esta pureza en que ando por impuro./ Si me dieran a elegir, yo elegiría/ este amor con que odio,/ esta esperanza que come panes desesperados./ Aquí pasa, señores,/ que me juego la muerte./JUAN GELMAN
miércoles, 12 de diciembre de 2012
martes, 11 de diciembre de 2012
El tren
El tren le grita por última vez a la estación,
jueves, 6 de diciembre de 2012
LLueve
Llueve.
tanto llueve que te
soñé,
te transparentabas en
el manto de agua que aparecía en el horizonte.
Esta tarde no deja de llover,
la lluvia suplica que salgas a decolorar los adioses
como hacías con los manteles.
Las gotas tienen forma de mujer, de cada una de las mujeres
del mundo
y de vos.
El patio empezó sin querer a oler al jazmín que murió el año
pasado,
los olores y las muertes, se acurrucan en el corazón
esperando que la lluvia los llame a jugar,
no siempre salen, pero esta tarde, el sagrado ruego
pidió perdón.
Llueve
será que las almas a
veces, no tienen los pilotos adecuados
o simplemente están solícitas por competirle a la lluvia,
lágrimas rebeldes que se les escapan a dios,
llueve.
La espera se vio recompensada con tanto amor.
martes, 4 de diciembre de 2012
La estación (cuento a la mínima expresión)
Su boca susurraba el gusto a miel del penúltimo trago, se había escapado de la parte de atrás
de la vida y ya ni un tango le quedaba dentro del sombrerito, ni un tango ni un agujero.
Tenía gusto a hembra, olía a mujer, se soñaba niña.
Si se pudiera adivinar en que flor llega la primavera, si
la lluvia que apaga el fuego se
pareciera tan solo un poco a su espalda minúscula, lacerada por andar
prepoteando tristezas, solitaria.
Si el fuego se resistiera más.
Su cuerpo se estremecía en el medio de las baldosas negras
de la estación, con sus dos brazos en cruz desafiaba el olvido y en un arrebato, soltó dos
lágrimas y el último pedacito de amor que le quedaba .
Nunca supe que pasó cuando llegó el tren. Solo sé que la
espero en un viejo bar, para el
último trago.
lunes, 3 de diciembre de 2012
El encuentro
El gorrión piensa su tarde en la rama, se arriesga a creerse sueño
solo el
aire en sus alas es verdadero
ruido,
rostros inertes acarician la vereda ,
la mirada
del oficial acrecienta el temblor .
dejar el
pasado en el último sorbo de café .
y de pronto
la señal .
y de nuevo
la espera .
la
fascinación se hace tripas, y solo hay espacio para ser ,
la piel se
desvanece y te deja desnudo en pleno sol
y de pronto
la señal
la ultima
señal, la primera del después
el cuerpo húmedo en satisfacción
ella
un pedazo
de tu alma esta en sus pasos y solo quieres volver a ser uno
piel
un perfume
a siempre te arde en la cien
silencio
llanto
y deja de
ser encuentro para ser comunión.
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